El museo Olímpico

Ayer fui a Lausanne (aquí nadie que hable en español le dice Lausana. Es como que dijéramos, me voy a ir a New York o a Shicago, pero bueno). Como les platiqué, iba a comprar la tarjeta de media tarifa y para eso era necesario entregar una foto, así que fui a las maquinitas que hay en la estación (como las del metro de Amelie, las misteriosas) y elegí la opción que te daba 3 porque no pensé necesitar una cuarta.

Llego a la caja y se las enseño y me dicen que no, que ésas no funcionan porque están muy grandes, que necesito unas más pequeñas y entonces le digo: Monsieur, pero si usted la va a escanear puede hacerla al tamaño que necesite y me dijo: Non, non, ca marche pas.

Ni modo. Pues me tomé las otras. Finalmente llegué a Lausanne (a mitad de precio y con 6 fotos sobrantes) y caminé a Ouchy (que es como decir que caminé desde el metro MA de Quevedo hasta el centro de Coyoacán):

Aquí en Ouchy es donde está el museo Olímpico que, en esta ocasión, tenía una exposición temporal sobre China (por Beijing 2008). Nos hablan un poco de la cultura China y cómo ha evolucionado y los preparativos que han hecho en cuanto a infraestructura en transportes, etc. Interesante.

Dentro de sus exposiciones permanentes muestran las antorchas Olímpicas con videos de sus recorridos y cómo fueron encendidas en las inauguraciones. Espectacular la de Barcelona 92 en la que todo el mundo se sorprendió al ver cómo le atinaron con una flecha...(aunque después en la tele nos pasaron videos de cómo no le habían atinado ¿o es mi imaginación?). También exponen las medallas olímpicas que se han diseñado en cada uno de los países y sus papelerías. Fue así como me enteré de que el logotipo de México 68 eran unos aros olímpicos que simulaban flores.

Siempre me han gustado los juegos olímpicos, algún día iré (mos) a una inauguración (y a una clausura también), veré las competencias de gimnasia y otras que también me gustan.

Hay algo especial para mí en ver las caras de los atletas que ganan y en las de los que pierden.